Temática que golpea la ruralidad se abordó en Ovalle por parte de representantes de comunidades agrícolas, crianceros y liderados por el Consejo Regional Campesino.
A pesar de las últimas precipitaciones pluviométricas que fueron valoradas por los crianceros y habitantes del sector secano, igual coincidieron que el panorama es complejo. Incluso, en un seminario efectuado en Ovalle donde participaron representante de comunidad agrícolas y agrupaciones de distintos sectores de la Región de Coquimbo donde participó el Instituto de Derechos Humanos de la Región de Coquimbo, dejaron a entrever que la falta de agua para servicios básicos amenaza fuertemente los derechos humanos de las personas. En el encuentro participaron el directorio del Consejo Regional más los 15 vicepresidentes de cada mesa de desarrollo rural de la 15 comunas de la Región de Coquimbo donde se puntualizó que el acceso al agua es un derecho ya sea de riego, subsistencia y para las actividades agrícolas, mineras y de camaroneros.
Entre los expositores, el presidente del Comunal de Crianceros de La Serena y dirigente de la Comunidad Agrícola Olla de Caldera, Eduardo Cox, admitió que actualmente la carencia de agua se enfrenta a través de camiones aljibes que dispone el Gobierno, “como una forma de mantener nuestra vida y el sustento diario”. Sin embargo, el dirigente si bien valoró el esfuerzo, también la calificó como una medida de parche que igualmente está complicando a quienes entregan el vital elemento. “Me indicaron que el servicio se lo pagan después de nueve meses, lo que hace imposible de mantener los camiones y solventar el combustible como una forma de cumplirnos a nosotros, pero el Estado tampoco les cumple a ellos”, subrayó.
Cox precisó que están insertos en comunas turísticas, pero un sector de sus habitantes viven en la ruralidad con serias carencias, “donde no tenemos las mismas condiciones, por ejemplo, en el área urbana la gente puede regar sus jardines y automóviles, pero no es nuestro caso, donde en algunas situaciones no tenemos agua para nuestra familia y menos para nuestros animales. Es por ello que advertimos que no hay una solución de fondo que se pueda abordar como Estado. Las últimas lluvias fueron benditas para este año, pero no nos solucionan el problema y enfrentamos un tema de discriminación, no estamos siendo medidos por la misma vara. El campesino no tiene igualdad y la emergencia la vivimos por muchos años”, argumentó.
ELABORAR MEDIDAS DE FONDO
Cox insistió que requerían medidas de fondo, “por ahora los camiones aljibes es una solución porque no hay otra, pero insistimos que es una medida de parche y creemos como campesinado que es un derecho humano el tener acceso al agua (…) Esto nos ha llevado a perder trabajo, tenemos migración y problemas con salud y no poseemos resolución sanitaria por lo mismo es por eso que se le pidió al instituto de derechos humanos para que nos acoja”, sentenció.